La falta de mano de obra es un problema que afecta a toda Europa y se ha convertido en una preocupación creciente en el sector de producción hortofrutícola. Por ello, diferentes empresas tecnológicas han apostado por el desarrollo de robots recolectores que supongan una ayuda para el sector, como la empresa Fieldworks Robotics, surgida de la universidad británica de Plymouth.

Fieldworks Robotics ha desarrollado un robot que analiza mediante visión artificial frutos rojos, como frambuesas, y las cosecha cuidadosamente a un ritmo que puede superar por mucho la labor humana.

Según publicaron The Guardian, The Sun y The Times, el robot pronto podría estar recolectando hasta 25.000 bayas por día, 10.000 más que un trabajador humano.

El robot tiene 1,8 metros y consiste básicamente de un sistema de cámaras 3D, un brazo y una mano mecánicos montados sobre un sistema de movilidad con ruedas. Utiliza software de visión artificial para identificar las bayas y sus “manos” tienen sensores de presión para no usar más que la fuerza indispensable para no dañar las frutas blandas al recogerlas.

Robocrop, como ha sido bautizado, ha costado casi 900.000 $.

Cuando el robot opere a pleno rendimiento, cada pinza tardará 10 segundos o menos para dejar la fruta en una bandeja, clasifica según su madurez y quedará lista para ser transportada a los supermercados. La versión final, que entraría en producción en 2020, tendrá cuatro pinzas que funcionarán en simultáneo.

Además de las pruebas con frambuesas que se hicieron en un invernadero de la frutihortícola Hall Hunters en Gran Bretaña, se hicieron otras en China, con tomates y coliflor.