Cañihua: cereal andino para mantener en condiciones óptimas el cerebro
Originaria del Altiplano y pariente de la quinua y la kiwicha, la cañihua (Chenopodium pallidicaule, Aellen) es un pequeño grano autóctono que posee un alto valor nutricional, similar al de aquéllas y mucho más que los del arroz, el trigo y la cebada.
Además, ostenta entre 15 y 19% de proteínas, aparte de gran contenido de aminoácidos esenciales, como triptófano, metionina, leucina, isoleucina, valina, lisina, treonina, arginina e histidina; vitaminas B y C, calcio, fósforo y hierro.
Dentro de este contexto, especialmente su riqueza en triptófano —elemento que interviene en la producción de neurotransmisores como la serotonina— convierte a la cañihua en un alimento ideal para mantener equilibrio mental y emocional, puesto que el déficit de dicho neurotransmisor provoca cuadros de depresión.
Asimismo, los pequeños granos de este cultivo altoandino contienen proteínas de alto valor biológico y plenamente aprovechables por el organismo humano, sea cual fuese la edad. Por lo mismo, la cañihua es también recomendable para quienes —por cualquier motivo— no consumen carnes.
Al respecto, la Lic. Rosa Salvatierra Ruiz, nutricionista del Instituto Nacional de Salud (INS), puntualiza que la cañihua contiene el doble de algunos aminoácidos componentes de las proteínas que el trigo, el arroz, el maíz o la cebada; dentro de cuyo marco destacan dos: la lisina, que contribuye al desarrollo de las células cerebrales, y la metionina, elemento que facilita el metabolismo de la insulina.
De igual modo, la fibra soluble que contiene es un excelente regulador intestinal, incluso para prevenir el estreñimiento. Igualmente ayuda a bajar los niveles de colesterol negativo en la sangre, factor causante de enfermedades cardiovasculares.
Por ser también altamente energético, este grano nativo es particularmente apropiado para el consumo en períodos o ambientes frígidos.
Las formas de consumo de la cañihua son múltiples; aunque tradicionalmente destacan dos: granos enteros, en potajes dulces o salados, y harina o cañihuaco, especialmente para fortificar desayunos.
Por todas estas consideraciones, el Instituto Nacional de Salud recomienda incluir a la cañihua en la alimentación familiar, aunque especialmente de niños y adultos mayores.