Antibióticos naturales que contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico
Los antibióticos naturales no irritan ni estimulan artificialmente al organismo, sino que lo ayudan a equilibrarse, respetando los tiempos de curación necesarios.
Asimismo, no tienen efectos secundarios y ayudan a reforzar el sistema de defensas natural del cuerpo. Un punto muy importante es que son más accesibles y los encontramos en la mayoría de nuestros hogares.
A continuación, algunos antibióticos naturales de fácil acceso como el ajo, cebolla, cúrcuma, hoja de olivo, orégano, jengibre, limón, miel, romero, vinagre de manzanas:
Ajo: Se ha demostrado la capacidad del ajo para combatir estafilococos que son resistentes a antibióticos convencionales, además de aliviar síntomas de inflamación. Sus fito-químicos (germanio, potasio, compuestos de azufre y alicina) expanden sus beneficios con propiedades anti-micóticas (mata hongos) y anti-virales, convirtiéndolo en una alternativa natural poderosa para fortalecer tu sistema inmune.
Cebolla: La cebolla es de la misma familia del ajo y se ha señalado que tiene la capacidad de combatir infecciones y bacterias al igual que el ajo.
Como lo destacan algunos estudios, este alimento podría combatir bacterias potencialmente peligrosas, como por ejemplo la Escherichia coli ( E. coli ), Pseudomonas aeruginosa , Staphylococcus aureus ( S. aureus ) y Bacillus cereus.
Además, es un alimento prebiótico que ayuda a alimentar las bacterias saludables del intestino. Por eso, a su vez, resulta idónea para fortalecer el sistema inmunitario.
Cúrcuma: Tiene propiedades antisépticas, anti-bacterianas, ayuda al metabolismo y mejora algunas alergias. Se usa comúnmente para sazonar comidas.
Hoja de olivo: Su extracto posee altas propiedades anti-bacterianas y anti-virales. Mejora la circulación sanguínea , los niveles de energía y es un excelente apoyo a las defensas del organismo.
Orégano: Según estudios del doctor Paul Belaiche de la Universidad de Paris, el aceite de orégano demostró ser el extracto más eficaz (éxito entre 78-96%) en combatir varias enfermedades bacterianas. Comúnmente se usa en infusión o condimento.
Jengibre: La capacidad antibacteriana del jengibre y su tolerancia a los microorganismos de la flora intestinal le permiten mejorar la riqueza de esta.
Este alimento podría ser beneficioso en el tratamiento de gastroenteritis y úlceras, así como para tratar resfriados, reducir la tos y expectorar las mucosidades. El jengibre puede tomarse en cápsulas, sazonador o como té, hirviendo una porción de la raíz en una taza de agua.
Limón: El limón es otro de los antibióticos naturales que la naturaleza brinda. Este fruto tiene actividad antibacteriana, especialmente en su cáscara. Para consumirlo, lo más simple es exprimirlo y diluir su jugo en agua tibia.
Miel: La miel es especial para combatir problemas en la piel como cortes, infecciones o heridas, además sus enzimas ayudan a eliminar bacterias. La miel tiene propiedades antisépticas, cicatrizantes, expectorantes y vigorizantes. Una cucharada cada mañana podría ayudar a aumentar la hemoglobina.
Romero: Se dice que las inhalaciones e infusiones de romero son efectivas para eliminar las infecciones y ayudar al cuerpo a recuperarse de la enfermedad. Tuasaude destaca lo siguiente: “Los beneficios del té de romero incluyen mejorar la digestión, aliviar el dolor de cabeza y combatir el cansancio frecuente. Esta planta cuyo nombre científico es Rosmarinus officinalis y posee diversos compuestos como flavonoides, terpenos y ácidos fenólicos que le proporcionan sus propiedades antioxidantes”. Agrega: “El romero es antiséptico, carminativo, depurativo, antiespasmódico, antibiótico y diurético”.
Vinagre de manzana: Según Educaverd, los beneficios de alcance prolongado del consumo diario de vinagre de manzana incluye propiedades antisépticas y antibióticas, alcalinizantes naturales, ayuda el sistema, en realidad puede ayudar en muchas cosas, desde disminuir el colesterol, controlar el peso y reducir los riesgos de sufrir algún cáncer, según dicen. Este vinagre puede ser utilizado por vía tópica para esterilizar y desinfectar.