El sector cooperativo español como motor de crecimiento
Los resultados del estudio «Diagnóstico económico-financiero de las cooperativas agroalimentarias en España (2015-2017)», realizado por los investigadores Narciso Arcas Lario, Domingo García Pérez de Lerma y Jorge Luis Sánchez Navarro, de la Universidad Politécnica de Cartagena y publicados por Cajamar, revelan la buena salud de as cooperativas agroalimentarias españolas.
La investigación, que ha recopilado información de 447 cooperativas agroalimentarias españolas durante ese período, tenía como objetivos principales conocer de forma más detallada la situación económica de estas entidades teniendo en cuenta aspectos como su tamaño, el tipo de cooperativa o su actividad. Asimismo, pretendía analizar su estado económico en relación con el crecimiento y la rentabilidad de cada cooperativa, así como sus aspectos contables.
Uno de los puntos principales del estudio es la importancia del papel de las cooperativas agroalimentarias, sobre todo por su relevancia socioeconómica y su función como elemento dinamizador y el «incremento de su poder de negociación frente a clientes y proveedores», explica el texto.
Entre los aspectos señalados está el hecho de que las cooperativas agroalimentarias abastecen a los consumidores con «alimentos saludables y de calidad, y contribuyen al desarrollo y la cohesión social del medio rural en la medida que mejoran la renta de los agricultores y fijan la población al territorio», subrayan los autores.
Así, la importancia del cooperativismo agroalimentario es extensible tanto a España como a la Unión Europea, donde, según la organización COGECA (Comité General del Cooperativismo Agrario en la Unión Europea), en 2014 estas empresas facturaron 347.000 millones de euros, «lo que supone en torno al 40% de la producción, transformación y comercialización de los productos agrarios», recoge el estudio de Cajamar.
Junto a ello, la investigación señala que el crecimiento de la facturación de las cooperativas españolas ha sido progresivo, al igual que el tamaño de las mismas, lo que mejora su productividad. Este crecimiento se remarca en el estudio incluso durante la crisis de 2009, lo que pone de manifiesto la fuerza del sector cooperativo español como motor de crecimiento.
Además, el análisis revela que el crecimiento en ventas, activos y VAB, es superior en cooperativas más jóvenes y de segundo grado, existiendo una excelente posición de liquidez, con una evolución favorable a corto plazo.