El sector bananero está listo para una mayor sostenibilidad
Los productores de banana están utilizando cada vez más las normas de sostenibilidad voluntarias (NSV) para hacer frente a los desafíos de sostenibilidad del sector, incluyendo las enfermedades de los cultivos, los efectos del cambio climático, el uso excesivo de plaguicidas, los bajos precios en la explotación agrícola y las malas prácticas laborales, según un nuevo informe publicado por el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD).
«Con normas como Rainforest Alliance, Organic y Fairtrade, es más probable que las plantaciones de banana puedan compensar justamente a los trabajadores y reducir el uso de pesticidas y el agotamiento del agua», dice Vivek Voora, autor del informe y asociado del IISD.
El informe hace un seguimiento del uso de las NSV en el sector, que experimentaron una tasa de crecimiento anual compuesto del 43% entre 2008 y 2016, en comparación con una tasa de crecimiento anual compuesto del 0,71% en las bananas convencionales. Para 2016, al menos el 7% de la producción mundial de bananas estaba certificada por una NSV, representando el 36% de las bananas exportadas.
«Los consumidores de Norteamérica y Europa están demandando bananas más saludables y sostenibles en el mercado», explica Voora. A diferencia de en otros mercados de productos básicos, las bananas que cumplen con las NSV tienden a venderse como tales, según el informe.
Se estima que el consumo total de bananas alcanzará los 136 millones de toneladas en 2025, un incremento de 20 millones de toneladas desde 2017, impulsado por la demanda de los países productores del mundo en desarrollo, donde las bananas son una importante fuente de nutrientes y seguridad alimentaria. Se prevé que la zona Asia-Pacífico, que representa el 61% de la demanda actual, lidere dicho crecimiento.
Voora explica que el gran mercado de Asia-Pacífico tiene un enorme potencial para llevar al sector hacia la sostenibilidad si desarrolla la demanda de bananas que cumplan con las NSV. «Es fundamental que las NSV sean más accesibles para que los pequeños productores puedan adoptarlas fácilmente y los consumidores de los países en desarrollo puedan comprarlas».