El crecimiento de la industria de la palta y el arándano en Perú dispara la demanda de colmenas
Los polinizadores juegan un papel fundamental en el rendimiento de las producciones frutícolas. Por ello, la demanda de colmenas para la polinización de los cultivos está aumentando en Perú paralelamente al crecimiento exponencial de la industria de la palta y el arándano, según el director ejecutivo de Cultivida, Carlos Rodríguez Koch.
“En los últimos años se ha incrementado en Perú el número de colmenas. Para atender solamente ambas plantaciones se requieren cerca de 400.000”, señaló Rodríguez. En el país existen aproximadamente 35.000 hectáreas de palta que requieren 10 colmenas por hectárea, mientras que en el caso del arándano hay cerca de 12.000 hectáreas que precisan 4 colmenas por hectárea.
Rodríguez explicó que, en el caso del palto, la polinización asegura que el rendimiento productivo se incremente en más del 30%, mientras que, en el caso del arándano, la polinización permite obtener una fruta de alta calidad.
Como señaló el director ejecutivo de Cultivida, un apicultor ya no solo obtiene rentabilidad con los derivados de la abeja como la miel, la jalea o el propóleo, entre otros, sino también con el servicio de polinización, que hoy es lo que más ingresos les genera, ya que por las dificultades de la pandemia los niveles de cosecha de miel han caído.
Proteger a los polinizadores
El director ejecutivo de Cultivida subrayó la necesidad de proteger a los polinizadores, ya que permiten obtener mejores producciones en los cultivos, mayores rentabilidades y darle sostenibilidad a la agricultura, el ambiente y la biodiversidad.
“Tenemos que crear conciencia en el agricultor que se debe proteger a los polinizadores, por eso es necesario el diálogo continuo entre apicultor y agricultor. Este último debe informar si ha realizado alguna aplicación (de agroquímicos) a sus cultivos para que el apicultor cierre las piqueras y no libere a las abejas por lo menos en 24 horas, además le suministre algún sustituto alimentario después de la alimentación y de esa forma evitar la intoxicación de las abejas”, explicó.