La Comisión Europea propone aplazar hasta 2022 la entrada en vigor del nuevo reglamento ecológico
Nueva normativa reflejará la evolución de este sector en rápido crecimiento
El próximo Plan de Acción Ecológico de la Unión Europea (UE) está abierto a consulta pública hasta el 27 de noviembre.
La Comisión Europea anunció el aplazamiento de la entrada en vigor del nuevo reglamento ecológico europeo por un año, hasta enero de 2022. No se trata de una decisión final, pues esta propuesta debe ser aprobada también por el Consejo y el Parlamento, aunque se prevé que se acepte este aplazamiento sin presentar más enmiendas.
Además, la Comisión ha comunicado que el próximo Plan de Acción Ecológico de la Unión Europea (UE) está abierto a consulta pública hasta el 27 de noviembre.
Este anuncio se acoge con satisfacción desde el movimiento europeo de agricultura y alimentación ecológica, representado por IFOAM Organics Europe y del que la Sociedad Española de Agricultura Ecológica/Agroecología (SEAE), forma parte.
El nuevo reglamento ecológico prevé la adopción de numerosos actos delegados y medidas de ejecución para especificar las normas técnicas vinculadas, por ejemplo, a normas de producción ecológica, la certificación de grupo o al sistema de control ecológico.
A pesar del intenso trabajo de la Comisión y los Estados miembros, desde el movimiento ecológico europeo señalan que “muchos de estos requisitos técnicos aún deben ser debatidos y adoptados por los Estados miembros, dejando en el mejor de los casos solo unas pocas semanas para que los operadores ecológicos se adapten a las nuevas normas y para que los certificadores ecológicos estén acreditados de acuerdo a estas nuevas reglas”.
Según IFOAM Organics Europe, “es necesario dar a las instituciones más tiempo para finalizar las discusiones sobre este complejo conjunto de legislación secundaria para garantizar la calidad y la aplicabilidad de las futuras reglas”.
Respecto al Plan de Acción, Jan Plagge, presidente de IFOAM Organics Europe, afirma que “un nuevo plan de acción de la UE para la agricultura ecológica es crucial para hacer que Europa sea más orgánica”.
Este plan de acción debería estar a la altura de la ambición establecida por las ‘Estrategias de Biodiversidad y de la granja a la mesa’: alcanzar el 25% de tierras ecológicas en la UE para 2030, con objetivos con plazos determinados, un presupuesto adecuado y una influencia real en los planes estratégicos nacionales de la PAC.
Jan Plagge continúa: “Ya damos la bienvenida a los planes de la Comisión de asignar un presupuesto de 40 millones de euros a la agricultura ecológica en el marco de la política de promoción en 2021”.
Desde la SEAE también se celebra este aplazamiento, “ya que permitirá al sector prepararse para cumplir con el nuevo marco normativo con las condiciones y garantías necesarias”, comentan. “El nuevo reglamento incorpora aspectos muy novedosos que afectan a distintas competencias y para su aplicación ayudaría poder contar con guías o recomendaciones”.
Nueva normativa simplificará normas de producción
La nueva normativa reflejará la evolución de este sector en rápido crecimiento para garantizar una competencia leal para los agricultores y, al mismo tiempo, evitar el fraude y mantener la confianza de los consumidores.
En la nueva normativa se simplificarán las normas de producción gracias a la supresión progresiva de una serie de excepciones y exclusiones; y se reforzará el sistema de control mediante medidas preventivas más estrictas y controles rigurosos a lo largo de toda la cadena de suministro.
Los productores de países no pertenecientes a la Unión Europa tendrán que cumplir las mismas normas que los productores del mencionado bloque político-económico.
Se extenderá el ámbito de aplicación de las normas de producción ecológica a una lista más amplia de productos (por ejemplo, la sal, el corcho, la cera de abejas, el mate, las hojas de vid y los palmitos) y habrá normas de producción suplementarias (por ejemplo, para ciervos, conejos y aves de corral).
La certificación será más fácil para los pequeños agricultores gracias a un nuevo sistema de certificación de grupo; se adoptará un enfoque más uniforme para reducir el riesgo de contaminación accidental por plaguicidas; y se eliminarán progresivamente las exenciones aplicables a la producción en lechos demarcados en los invernaderos.