La demanda mundial de categorías de frutos secos como nueces de macadamia continúa creciendo más rápido que la oferta, mientras que el consumo de avellanas y cacahuetes podría experimentar otro tirón debido a los avances en el tratamiento de las alergias.

En todo el mundo, el sector de la macadamia está listo para duplicar su producción en un plazo de diez años, algo atípico en la agricultura. El sector de la almendra ha registrado frecuentes nuevos récords de producción, mientras que la producción de avellanas se está extendiendo a nuevas zonas de cultivo para satisfacer el crecimiento de la demanda.

La sobreoferta no será un problema muchos años más, pues el crecimiento poblacional y las tendencias de consumo hacia las proteínas de origen vegetal seguramente estimularán la demanda de frutos secos.

Hay muchos motivos para el optimismo, pero también se avistan algunos problemas en el horizonte.

Nuevas proteínas
Se prevé que los frutos secos reemplacen a la carne y los quesos a un ritmo todavía más rápido en los próximos años. Si bien la carne de gusanos tal vez no sea para todo el mundo, una «hamburguesa de frutos secos» hecha con pipas de girasol, anacardos, hierbas frescas y especias es un sustituto de la carne sabroso y culturalmente aceptable.

Los consumidores modernos se adaptan en muy poco tiempo a nuevas dietas y cultivos de los que nunca antes habían oído hablar. Y una vez empiezan a disfrutar de sabores alternativos que funcionan bien en una hamburguesa o en una barbacoa, ya no piden el «producto real».

El queso elaborado con frutos secos tiene un potencial casi ilimitado. El mercado mundial del queso está valorado en 60.000 millones de dólares, y una cuota de mercado de tan solo el 1% ya supondría un fenomenal impulso para el sector de los frutos secos.

El proceso técnico de hacer queso a partir de frutos secos parece que se ha perfeccionado y está listo para la gran producción industrial. Una vez el consumidor se haya adaptado a las ligeras diferencias de sabor, no habrá vuelta atrás.

Clima y sostenibilidad
La agricultura es uno de los pocos sectores de la cultura humana donde se piensa más allá de las elecciones e incluso de las generaciones.

El sector de los frutos secos está bien situado para servir como ejemplo de buenas prácticas en agricultura, pues los márgenes son altos y el sector cuenta con los medios para invertir en sostenibilidad, al menos en determinadas zonas. Sin embargo, evitar los combustibles fósiles en la agricultura es más sencillo decirlo que hacerlo.

Actualmente, no existen alternativas reales a la maquinaria agrícola impulsada por combustibles fósiles; esto debe cambiar y se precisan más incentivos para traer un cambio, pues la presión en el sector crecerá exponencialmente en los próximos años.

No es ningún secreto que la eficiencia hídrica en los campos de todo el planeta tiene suficiente margen de mejora.

El artículo completo (en inglés) está disponible en Farmer’s Weekly.

Fuente: Freshplaza