Potencial comercial del kion orgánico enriquece la canasta exportadora peruana
Señaló la directora de Estudios Económicos e Información Agraria del Midagri, Carolina Ramírez
Se dirige específicamente a nichos de mercado en donde prevalecen tendencias de consumo más saludables
La directora de Estudios Económicos e Información Agraria del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), Carolina Ramírez, afirmó que el jengibre peruano se caracteriza por su gran calidad y, principalmente, porque su producción se efectúa de manera orgánica.
“En el mundo, el Perú está muy bien posicionado en este aspecto. De hecho, compartimos los primeros lugares en producción de jengibre orgánico en el mundo, pues en el 2020 ocupamos la cuarta posición como productor”, afirmó la funcionaria.
Al respecto, sostuvo, el país cuenta con una importante ventaja, pues se dirige específicamente a nichos de mercado en donde prevalecen tendencias de consumo más saludables.
“Por eso, competir directamente en la plaza convencional, en donde China es el líder con una producción muy superior a la nuestra, sería inconveniente. El mercado orgánico es nuestro objetivo y logramos una gran penetración no solo por parte del kion, sino también por otros productos que se cultivan en esas mismas condiciones”, manifestó Ramírez.
Producción
De acuerdo con el Midagri, en la actualidad la producción de jengibre se concentra en la región Junín, básicamente en las provincias de Chanchamayo y Satipo, en cuyos suelos fértiles se cultiva aprovechando los microclimas húmedos de temperaturas moderadas, propios de los valles ubicados entre la vertiente oriental de los Andes y la selva amazónica, donde se origina más del 90% de la producción total de jengibre.
“Trabajamos en otras regiones para incrementar sus niveles de producción. Registramos picos de cosecha de kion. Así, en el 2016 se obtuvieron 2.200 toneladas, posteriormente se registró un descenso a escala mundial, para luego remontar estos niveles y alcanzar en el 2020 una producción de 15.000 toneladas”, manifestó Ramírez.
Sostuvo que es fundamental ampliar el horizonte de tierras de cultivo para el jengibre. “Los centros de investigación regional del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), junto con la Dirección General de Asuntos Ambientales Agrarios (DGAAA), deben identificar aquellas zonas, entre los 800 y 1.200 metros sobre el nivel del mar en las regiones Cusco, Pasco, San Martín, Amazonas y Madre de Dios, que tienen similares condiciones que las tierras de Chanchamayo y Satipo”, precisó la funcionaria.
Agregó que se podrá ampliar la oferta, en particular del jengibre orgánico, y de esta manera abastecer al mercado interno y alcanzar nuevos mercados en proceso de crecimiento que no cuentan con suficiente oferta.
“Urge ampliar la oferta, a fin de atender no solo el mercado local, sino también a los grandes mercados, Estados Unidos y Europa, por ahora copados por China, cuya producción no se caracteriza, necesariamente, por ser de calidad; todo lo contrario, la producción de calidad es la excepción en su oferta”, manifestó.
Estrategia
La directora de Estudios Económicos e Información Agraria del Midagri aseveró que el ministerio trabaja en una estrategia que posibilite el impulso del comercio del jengibre orgánico peruano. Dijo que ese portafolio brinda además apoyo y asistencia técnica a los agricultores para que alcancen importantes niveles de desarrollo en estos cultivos.
“Por ejemplo, mediante la facilitación de ciertos fondos, se pueda apoyar a cooperativas o comunidades agrícolas, a fin de obtener las certificaciones que requieren para exportar a los mercados nicho”, comentó Ramírez.
En el plano comercial, sostuvo que se desarrollan herramientas que faciliten a los productores dar a conocer sus productos, así como las técnicas que utilizan para sus cultivos. “Trabajamos, por ejemplo, en un catálogo virtual de productos agrarios, en el que los productores muestran su oferta en el ámbito internacional y así puedan contactarse con consumidores o compradores y desarrollar importantes negocios”, aseveró.
La industrialización
Las expectativas en torno al futuro del kion en los mercados foráneos son muy grandes. No obstante, para la representante del Midagri, no nos debemos quedar solo en los envíos del producto fresco. “Es necesario pensar en una industrialización del jengibre”, sostuvo.
“La pandemia del covid-19 abre muchas posibilidades, considerando las ventajas y beneficios medicinales que tiene el producto. En definitiva, su consumo continuará aumentando”, precisó Ramírez.
Por ello, agregó, es fundamental diversificarlo y agregarle valor. “Próximamente, ya no será conveniente exportar jengibre fresco, sino de un modo mucho más industrializado. Podemos exportar jengibre en polvo para su consumo directo, así como generar nuevos productos, como galletas, bebidas que contengan jengibre o snacks. Las posibilidades son muchas”, comentó.
Aseguró que, para lograr estos objetivos, es primordial trabajar en la sensibilización de los beneficios del kion. “Para ello, se podrían organizar talleres para difundir los resultados y el potencial que tiene este producto, a fin de despertar el interés de los agricultores. Además, trabajaremos con la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), la Asociación de Exportadores (Adex) y otros gremios regionales en la difusión de estos contenidos”.
A partir de este análisis, dijo, se coordinará con la Dirección General Agrícola el planteamiento de algún trabajo más específico, con el propósito de proporcionar asistencia técnica o cualquier tipo de información que requieran los productores en el campo.