Cooperación FAO-China apoyará la recuperación de sistemas agroalimentarios en América Latina y el Caribe
Director General de la FAO informó la próxima aprobación de un importante proyecto de apoyo a la recuperación post-Covid de los sistemas agroalimentarios de los países de la CELAC, con financiamiento del Fondo FAO-China de Cooperación Sur-Sur, con foco en acciones de digitalización.
En el II Foro de Ministros China-CELAC, encabezado por los Ministros de Agricultura con el objetivo de elevar la cooperación agrícola entre China y los países de América Latina y el Caribe en la era posterior al COVID-19, el Director General de la FAO subrayó la colaboración entre China y los países de región ALC para evitar una crisis alimentaria como resultado de la crisis sanitaria.
En esta misma línea, el Ministro de Agricultura y Asuntos Rurales de China, Renjian Tang, señaló los intereses de ambas regiones sobre la agricultura y el agrocomercio para reforzar los lazos estratégicos con la cooperación conjunta y recursos humanos.
Uno de los temas prioritarios señalados para estas acciones fue precisamente la digitalización de la agricultura, que a su vez la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL destacó como una de las 3 estrategias para la seguridad alimentaria de la región, siendo las otras dos el impulso a la inclusión social y económica; y promoción de la transición de la agroecología basada en la ciencia.
Estas acciones en el marco de Cooperación FAO-China cobran especial importancia en el contexto de la situación que enfrenta la región Centroamericana en donde, además de la devastación por la COVID-19, 8 millones de personas fueron afectadas por los huracanes Eta e Iota del 2020 y 730 mil familias de agricultores perdieron la totalidad de sus cosechas. Los reportes de los países reflejan casi un millón de hectáreas de cultivos dañadas o perdidas completamente.
Sobre esto, en el Foro de Ministros de Agricultura de la CELAC, Augusto Valderrama, Ministro de Desarrollo Agropecuario de Panamá, explicó la importancia de la atención a los daños causados por la crisis sanitaria e instó a realizar un mayor esfuerzo para promover políticas sociales más incluyentes para hacer frente a la pobreza y promover el desarrollo de la región.
En este mismo tema, en una reciente entrevista el Representante Regional de la FAO para ALC, Julio Berdegué, hizo un llamado a la comunidad internacional, considerando que en el corto plazo se requieren casi 70 millones de dólares para invertir en acciones inmediatas que permitan enfrentar la emergencia de los miles de hogares que perdieron todo.
“En FAO tenemos 5 grandes proyectos por casi 400 millones de dólares que estamos implementando, pero se necesita mucha más inversión. Con un poco de apoyo a los pequeños agricultores en aspecto tecnológicos como sistemas de riego, asistencia técnica, un poco de financiamiento y apoyo a las organizaciones para vender sus productos, se puede lograr que esas familias estén mucho mejor. Sabemos lo que hay que hacer. Lo que se requiere es la voluntad política”, añadió el funcionario de FAO.
Por su parte, el Coordinador Subregional de la FAO para Mesoamérica, Adoniram Sanches Peraci, informó que en la subregión se están implementando acciones para la atención a las familias afectadas en las diferentes emergencias. “La respuesta de FAO a los efectos de la pandemia de COVID-19 y el impacto en los hogares pobres y vulnerables que ya enfrentaban altos niveles de inseguridad alimentaria incluye varias intervenciones, entre ellas las realizadas en el marco del Acuerdo Global con Canadá para la respuesta a COVID19 en Honduras y Nicaragua; y otra acción conjunta interagencial gracias al apoyo de la Agencia Suiza de Cooperación.
Peraci explicó que, con estas intervenciones, cuyo presupuesto supera los 3 millones de dólares, más de ocho mil familias y hogares rurales vulnerables con afectaciones en medios de vida e inseguridad alimentaria severa están siendo atendidas para la recuperación inmediata de sus medios de vida e impulsar su resiliencia. Las acciones tienen un foco importante en la participación activa de mujeres y jóvenes y pueblos indígenas.