Cinco macrotendencias que marcan la orientación de la industria de alimentos
En los últimos años, el concepto de alimentación y dieta, así como los hábitos y comportamientos de las personas han cambiado. Hoy, un alimento se vincula a la búsqueda del equilibrio entre el buen gusto y la salud para lograr la dieta perfecta. Y esta visión lleva a las empresas y marcas a innovar y modernizar sus procesos y productos para seguir siendo relevantes y atender esas crecientes demandas. Éstas son parte de las conclusiones del Estudio The Future of Food 2021 (El futuro de la comida) publicado por la empresa FutureBrand en mayo de este año.
El estudio analizó desde 2020 cuatro fenómenos –el cambio generacional, los nuevos estilos de vida, la salud y el virus Covid-19– y su impacto en el mercado de alimentos y bebidas en distintos mercados a nivel global. Asimismo, consultó a una serie de expertos del sector y otros rubros asociados respecto de las nuevas tendencias y su visión del sector a mediano y largo plazo.
El resultado del análisis identificó 5 macro-tendencias en la industria alimentaria fundamentales para comprender la intensión de compra para los próximos 5 a 10 años. El estudio agrega que los cambios en el comportamiento y las actitudes de los consumidores pueden dar forma a los impulsores de compra en los próximos años.
1 LA REVOLUCIÓN REINVENTADA
El cambio es lo que define al 2020. La pandemia no sólo ha transformado la forma de vida de las personas; ha fomentando tendencias y creando otras nuevas. Este nuevo escenario “ha marcado el comienzo de una revolución total, que obligará a toda la industria alimentaria (agricultura, venta minorista e incluso hotelería) rejuvenecer y hacerlo rápido”, indica el reporte.
Las personas han vuelto a realizar actividades casi abandonadas como cocinar platos elaborados o hacer pan casero. También, a disfrutar experimentando con nuevos tipos de cocina, gracias a los servicios a domicilio. Además, han creado sus propias cadenas de suministro muy personales o vuelto a los almacenes de barrio. Ello requiere un sistema un poco más complejo, porque involucra una red de productores distantes pero confiables que ofrecen productos saludables y de alta calidad. También canales minoristas a gran escala que ofrecen entregas a domicilio.
En toda esta cadena, la digitalización se ha convertido en la clave. Recurrir a las compras en línea se hizo cada vez más habitual convirtiendo al comercio electrónico en el segundo canal de mayor expansión con ventas que alcanzaron cerca de 180 millones de euros en 2020 (Informe Coop, 2020), dice el reporte. En Italia, actualmente hay cerca de 9 millones de familias que compran bienes de consumo en línea y el valor de las compras creció un 131% (Nielsen, octubre de 2020).
La seguridad de las compras se volvió una necesidad y el sistema para realizarla es percibido como “una caja fuerte y canal tranquilizador”, indica el estudio. Por eso “las marcas deben hacer que los productos de calidad estén disponibles en todas partes, en cualquier momento, evitando que los consumidores tengan que aventurarse para sus necesidades de compra”, añade.
El impacto de la pandemia en este sector es considerable, pero las tendencias ya estaban en marcha y se manifiestan de manera distinta, agrega el documento. El estudio consultó a Alessandra Corsi, directora de Marketing y de Marca del Distribuidor de Conad, marca minorista que opera una de las cadenas de supermercados más grandes de Italia. La ejecutiva precisa que, en el sector alimentario y en general, en la industria de bienes predominan cinco principios: salud y bienestar, sostenibilidad, servicio, sabor / indulgencia y asequibilidad.
La ejecutiva señala que se han constatado diversas situaciones: la alimentación se considera una forma de prevención, elevando la demanda por productos que contienen nutrientes o refuerzan el sistema inmunológico y alimentos congelados. También un descenso de aquellos de corta duración (principalmente productos frescos). Ella aclara que la pandemia, “no ha creado nuevas tendencias en la industria de bienes de consumo; simplemente ha cambiado el significado y la velocidad de las macrotendencias que ya estaban en marcha, modificando a veces la forma en que se manifiestan”.
Lo que determina el éxito de una tienda es innovar en tres áreas: estrategias competitivas, digitalización y sostenibilidad. Para los minoristas, la inversión más importante que deberán hacer es en digitalización, que les permitirá ser competitivos a través del comercio electrónico y más eficientes desde el punto de vista empresarial. También, podrán agilizar todas las actividades orientadas a conocer mejor a los clientes y satisfacer sus necesidades específicas de manera personalizada. Corsi advierte que “el sector minorista en forma de tiendas físicas nunca se extinguirá por completo, pero tendrá que evolucionar y adaptarse, y las nuevas tecnologías son una herramienta importante para permitirlo”.
La sostenibilidad representa un gran desafío para todas las empresas. “El objetivo de hoy debe ser crear valor para las personas, y no solo para quienes tienen un interés comercial”, destaca La ejecutiva.
2 EL DILEMA ÉTICO. LA DIFÍCIL ELECCIÓN ENTRE CONVENIENCIA Y SOSTENIBILIDAD
Esta segunda macrotendencia implica que los consumidores son cada vez más cuidadosos cuando se trata de opciones de compra buscando su propio bienestar y también del planeta. El estudio indica que uno de los principales impulsores de compra es la sostenibilidad, en particular, el impacto de un producto en el medio ambiente, en la vida vegetal y animal, así como también en los seres humanos. No obstante, los factores que determinan la preferencia por un producto en particular sobre otro son: conveniencia, simplicidad, velocidad de compra y de consumo.
¿Cómo las marcas pueden satisfacer los requerimientos de sostenibilidad y conveniencia? La mayoría se centra en la entrega a domicilio de comida preparada o verduras, directo en casa o la oficina. En Gran Bretaña, el servicio de entrega Daily Harvest provee sopas congeladas, avena, y batidos. A través de una asociación con agricultores de las frutas y hortalizas más dulces, sustanciosas y nutritivas, reciben los productos y los congelan a las pocas horas después de cosecharlos para conservar las bondades de la temporada y sus nutrientes. En EE UU, Barnana, ofrece una variedad de bocadillos deshidratados, elaborados con una mezcla ‘premium’ de plátanos imperfectos que, de otro modo se desperdiciarían, así como también mangos y moras doradas.
Para las marcas, la sostenibilidad es un objetivo a largo plazo que van testeando. Lo manifiestan desarrollando envases compostables, biodegradables; reciclaje de residuos de alimentos, entre otros. En el caso de los productos frescos, hay empresas que comercializan frutas y verduras a domilicio descartadas por los supermercados. Al tener defectos pequeños, menor calibre, formas extrañas o apariencia poco atractiva, están destinadas a ser desechadas. Estos servicios evitan el desperdicio de alimentos y contribuyen a cuidar el presupuesto familiar. También destaca Gander, una aplicación que entrega información en tiempo real de productos alimenticios a precio reducido en el área local. Gracias a una alianza con la cadena de supermercados Spar, los consumidores pueden mapear sus tiendas, filtrar por tipo de alimento e identificar y seleccionar las mejores ofertas.
El estudio considera la opinión de Marianna Palella, CEO y fundadora de Citrus, empresa proveedora italiana de frutas y hortalizas frescas de temporada con alto valor nutricional. Para ella, la fruta del mañana debe ser “bien hecha y saludable” y resalta la importancia de redescubrir los sabores perdidos, a través de cadenas de valor cortas beneficiosas para los agricultores y el medioambiente.
Por ahora, la ejecutiva cree improbable el desarrollo de alimentos en laboratorio, pero que tomarán fuerza en los próximos años. Sí está segura que la tendencia hoy apunta “hacia el verdadero redescubrimiento de la comida casera: los consumidores están recuperando gradualmente el gusto por la comida hecha con sus propias manos”. A futuro, ve un mayor alcance de productos de «kit de comida», “soluciones híbridas y funcionales que elevan a los consumidores a la categoría de fabricantes de alimentos”, dice la ejecutiva.
Dado que el consumidor hoy está mejor informado respecto de los alimentos, es más exigente al momento de elegirlos y busca productos de calidad que se pueden ofrecer a precios asequibles. Para Marianna Palella, las innovaciones en el sector deben responder a esas exigencias. Por ejemplo, la agricultura hidropónica vertical representará otra herramienta importante para enfrentar el cambio climático, “ya que es capaz de optimizar costos, mano de obra y de maximizar la calidad y productividad”.
La combinación de ambos términos –por ejemplo el uso de la agricultura de precisión o la producción de alimentos en 3D– es para la ejecutiva, una tendencia inevitable que ofrecerá recursos nuevos y válidos para mejorar los productos y sistemas de procesamiento. Si bien ya están en marcha, cree que recién se están explorando. También lo aplica en el ámbito de la seguridad alimentaria, mediante el desarrollo de procesos que garantizan el sabor o preservan la composición nutricional de un alimento. Atendiendo a la creciente población vegetariana, la ejecutiva prevé un alza del consumo de hortalizas, cereales y productos sustitutos de las proteínas cárnicas.
Para abordar el tema de los alimentos del mañana, el estudio consultó a Matteo Sarzana, Director General De Deliveroo Italia, empresa, en asociación con el fabricante de helados Magnum, entrega palitos y aderezos para comer helados en casa. Destaca que, pese a que no a todos les gusta cocinar ni tienen mucho tiempo para hacerlo, “a todo el mundo le encanta comer bien”. Entonces, el desafío para el sector alimentario es alcanzar un equilibrio entre dos tipos de demanda: de calidad y sabor junto con la búsqueda de conveniencia y asequibilidad.
El ejecutivo identifica varios hechos que muestran una evolución en el sector. Los alimentos más pedidos son los que es más dificil de elaborar en casa, para preparar platos más complejos. Asimismo, la demanda de categorías más inusuales, no muestra signos de desaceleración. Así la comida del mañana, responderá las elecciones de los consumidores y las necesidades individuales. De lo que se trata es de incluir “consejos y recomendaciones, y recetas creadas ad hoc, de acuerdo con las necesidades dietéticas y los estilos de vida”.
A juicio de Sarzana, combinar alimentos y tecnología es inevitable y, aunque está en crecimiento permanente, se requerirán años para ver una revolución completa. Reconoce que, si bien la entrega de productos aún no se consolida, las empresas que lo hagan de la mejor calidad y a un precio competitivo triunfarán.
3 EL PODER DE LA COMIDA. MENTE SANA, CUERPO SANO
Esta tendencia corresponde a la mayor preocupación de los consumidores: elevar la inmunidad, pues la salud física y mental es fundamental para la supervivencia. Por eso, los probióticos, prebióticos, postbióticos y fibra son los nutrientes clave del futuro. Además, muestra que los consumidores se percatan que los alimentos ricos en nutrientes son la ruta a una vida larga y saludable, y eventualmente a la inmunidad a las enfermedades.
El estudio consultó a Xinmin Liang, antiguo Jefe Del Departamento de Investigación de Mercado de Yili Group, la empresa láctea más grande de Asia. Él afirma que en el futuro, los alimentos y las bebidas deberán cumplir requisitos sanitarios específicos y que los alimentos especializados ingresarán en la industria. “El sector lácteo seguirá ofreciendo amplias oportunidades de crecimiento, tanto en términos de productos tradicionales como de tipos más funcionales y basados en plantas”, dice Liang. Así, además de los productos para los intolerantes a la lactosa, será posible encontrar para diabéticos e hipertensos, entre otros problemas de salud. “Veremos una creciente demanda de especialización, que fomentará nuevas soluciones alimentarias, acordes a las necesidades individuales y casi «a medida»”, agrega Liang.
¿Cuáles serán las innovaciones más significativas para el sector? El ejecutivo precisa que para que ésta sea eficaz y perdure, la clave es detectar «el insight» de los consumidores. “No se puede innovar sin tener en cuenta su target y sus necesidades. Por supuesto, las nuevas tecnologías son esenciales, pero todo comienza con las personas”, insiste Liang. El paso obligado de la innovación de productos en el sector alimentario, será la digitalización y las nuevas tecnologías que permitirán capturar grandes cantidades de datos e información. También advierte que “aún queda por explorar todo el potencial de las tecnologías de inteligencia artificial y realidad virtual. Pruebas de productos, recopilación de datos e información: todo será más intuitivo e inmediato”, dice.
¿Qué productos crecerán más? El ejecutivo prevé que todo el mercado de bebidas mostrará un alza y, además de los lácteos, se observa una demanda creciente por agua mineral, un producto limitado que se volverá escaso. También ve un gran potencial para el café en China y el té que se ubica en la cateoria de bebidas saludables.
La investigación también consultó a Ye Jizeng, gerente general de Wanglao ji, legendaria marca china especializada en té de hierbas, quien señala que, “los productos panfuncionales serán cada vez más una tendencia, más especializado y centrado en las necesidades específicas del individuo”. En cuanto a las materias primas, dice que las más relevantes serán las de origen vegetal o lo que se elabora a partir de proteínas de ese tipo. Prevé que la tecnología alimentaria garantizará un gran desarrollo de las categorías Not From Concentrate (NFC o jugos no provenientes de concentrados) y zumos de frutas a alta presión (jugos prensados en frío).
4 MIGRACIÓN DE SABOR. DE LO GLOBAL A LO NUEVO LOCAL
Esta tendencia comprende tres conductas: valorar y preferir los productos locales, comprar en tiendas de barrio y el apoyar a pequeñas empresas afectadas por las restricciones aplicadas durante la pandemia. Sin embargo, el reporte advierte de un nuevo concepto de «local», que incluye la interrelación de diferentes cocinas resultando en nuevas tradiciones culinarias porque la atención (y la compra de productos) está en apoyar a comunidades pequeñas. En este punto, identifica en los consumidores tres elementos: curiosidad por los sabores de otros países, volver a las tradiciones más antiguas y redescubrir ingredientes regionales, así como también productos más sabrosos y auténticos.
Gran parte de esta tendencia es desarrollada por la Generación Z (nacida entre 1995 y 2021) descendiente de inmigrantes y se proyecta en restaurantes (que ofrecen preparaciones con nuevos ingredientes, sabores y rituales) y supermercados, con productos importados de diversos países.
Adicionalmente, el reporte menciona la perspectiva de Andrea Malservisi, director de comunicación y equidad de Barilla, marca de pasta líder en Europa. Él ve un nuevo fenómeno emergente basado en los alimentos líquidos, que incluye yogur, sopas y caldos. Además, proyecta un alza en las alternativas a la carne y que la dieta mediterránea está quedando pasada de moda siendo reemplazada por un régimen alimenticio basado en plantas. El ejecutivo coincide en que será más frecuente ver alimentos personalizados, lo que se traducirá en “productos basados en ADN, hechos a medida para el consumidor final”, pero no cree que reemplacen el placer de comer.
5 EL NUEVO NATURAL. DE FRUTOS DE LA TIERRA A FRUTOS DEL LABORATORIO
Las nuevas tendencias dietéticas incluyen investigación científica e innovaciones tecnológicas. Éstas serán las vías para identificar formas de cultivar ingredientes esenciales en áreas donde el agua es escasa, mediante el desarrollo de plantas más resistentes, incluso en climas extremos. En cuanto a las marcas, el estudio señala que en la próxima década, muchas adoptarán enfoques innovadores que harán que toda la cadena de suministro sea más sostenible y confiable. Mientras, los consumidores confiarán más en los datos sobre su sistema biológico y tomarán decisiones cada vez más conscientes buscando proteger el cuerpo, la mente e incluso el estado de ánimo.
Al 2030, el estudio proyecta que la elección del consumidor dependerá de los datos bioquímicos personales. Es decir, el acceso que tendrá a análisis de datos les permitirán saber qué es lo mejor para su organismo. A partir de ello, los distintos actores del sector de alimentos (productores y servicios de restaurantes), desarrollarán recetas y productos a medida, con opciones que pueden satisfacer esos requerimientos de salud específicos y que sean sabrosos.
A futuro, con la menor disponibilidad de terreno agrícola, el desarrollo de cultivos en el laboratorio no se ve lejano. De hecho, ocurre con el desarrollo de productos del tipo alternativo. Empresas que producen carne a partir de células, con el mismo sabor y valor nutricional que la obtenida de un animal. En Finlandia, la empresa Solar Food, a través de uso de aire, agua y electricidad, desarrolla una proteína en polvo con 65% de proteínas, como la soja y las algas marinas. Mientras que en EE.UU. Just Egg elabora una preparación líquida vegana en base a frijoles con sabor a huevo revuelto pero que no lo tiene entre sus ingredientes.
El reporte muestra la perspectiva de Yuki Liu, gerente general de la división de agricultura de instalaciones y de comercialización de frutas frescas de Haisheng Group. Ella cree que la integración de lo «antiguo» y lo «nuevo» se mantendrá y optimizará la eficiencia y calidad del sistema productivo. Además de promover la elaboración de nuevos productos, también contribuirá al desarrollo de plataformas, canales de distribución y modelos innovadores de comercialización.
Respecto del globalismo y localismo, la ejecutiva precisa que no están en conflicto, sino que son “dos factores inseparables, estrechamente relacionados por un nivel muy alto de interacción”, lo cual implica que, al considerar un elemento de uno de ellos tiene en cuenta al otro. En cuanto a las elecciones de los consumidores, Liu asegura que ∫son más racionales, lo que significa que “el consumo de un producto depende principalmente del producto en sí, de sus cualidades y características, así como del proceso de producción utilizado”. Además, los consumidores ya no son tan sensibles a los precios y se enfocan en la calidad, por lo que son más exigentes en la compra.