Las nuevas tecnologías pueden evitar el desperdicio de fruta
En todo el mundo, 1.300 millones de toneladas de alimentos se tiran o se pierden a lo largo de la cadena de valor, lo que supone aproximadamente un tercio de toda la producción de alimentos. Lo que la mayoría de la gente no sabe es que la mayor parte de los residuos alimentarios se acumulan al principio de la cadena de valor. Gran parte de los productos, especialmente la fruta, se tira por defectos estéticos, color, forma o tamaño inusuales, así como por exceso. Para evitar estos problemas, los fruticultores necesitan datos en tiempo real sobre el tamaño y la cifra total de fruta, cuya información les ayuda a tomar las medidas necesarias para obtener la calidad óptima de la fruta.
El desperdicio de alimentos es un problema de toda la cadena de valor
Los gobiernos y responsables políticos de todo el mundo han fijado objetivos para hacer más viable la lucha contra el desperdicio de alimentos. En general, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) distingue entre la pérdida de alimentos que se produce entre la cosecha y las tiendas de comestibles, y los alimentos que se pierden durante la venta o que no son consumidos por el consumidor final. Tanto la ONU como la UE y Estados Unidos tienen como objetivo reducir drásticamente ambas categorías de desperdicio de alimentos.
Afortunadamente, hay esperanza. Empresas emergentes apasionadas como Pixofarm, Too Good to Go y 3PLW son excelentes ejemplos de cómo las herramientas digitales y las ideas innovadoras pueden utilizarse para reducir el desperdicio de alimentos. Sus ideas van desde evitar que los alimentos frescos se tiren a la basura, pasando por la optimización y el seguimiento de la cosecha, hasta la conversión de los residuos alimentarios en materia prima para plásticos biodegradables.
El desperdicio de alimentos se ve agravado por los estrictos requisitos y políticas de la agricultura
El sector agrícola es conocido por tener normas y requisitos bastante estrictos para los alimentos que se venden a los consumidores finales, suponiendo grandes retos para los agricultores, ya que se ven obligados a desechar las cosechas imperfectas. Si nos fijamos concretamente en el sector de la manzana, las frutas que son demasiado grandes o demasiado pequeñas, que no tienen la forma o el color perfectos previstos, o que tienen cualquier otro tipo de imperfección, tienen que ser desechadas. Por no hablar de las manzanas dañadas o de las cosechas enteras que están completamente podridas en los árboles. Algunos agricultores incluso tienen que deshacerse de su cosecha de manzanas debido a los precios de dumping. Todo lo anterior contribuye al desperdicio de alimentos de forma significativa, y hace que la fruta desechada en la agricultura sea uno de los ámbitos con mayor potencial de mejora.
De hecho, la UE está buscando soluciones y medidas para facilitar el enfoque «del campo a la mesa». El objetivo principal es impulsar la industria alimentaria europea en lo que respecta a la sostenibilidad y la economía circular.
Una solución basada en la IA ayuda a los agricultores de manzanas a reducir el desperdicio de fruta
Son múltiples las medidas que los agricultores pueden llevar a cabo para optimizar la calidad de la fruta, sin embargo, a menudo carecen de la información y los datos adecuados que se necesitan para contar las frutas, podar los árboles, predecir el tamaño, etc. Estos datos son vitales tanto para ofrecer la mejor calidad posible como para saber cuándo se debe entregar el producto a las tiendas de comestibles.
La empresa austriaca Pixofarm ofrece una solución para controlar estos datos con solo un smartphone. Utilizando la inteligencia artificial, la aplicación Pixofarm permite a los productores de manzanas tomar fotos de sus manzanas y contar las que hay en el campo. A continuación, el algoritmo predice el número final de frutos al final de la temporada. La aplicación también ofrece la función de controlar el tamaño de las manzanas, lo que ayuda a prever el momento ideal para cosechar los frutos. El algoritmo predictivo estima el rendimiento y la distribución por clases de tamaño, lo que facilita enormemente el proceso de venta a las tiendas de comestibles.
«Es indiscutible que el mundo se enfrenta ahora mismo a un enorme problema de desperdicio de alimentos. No podemos seguir haciendo las cosas igual, las cosas tienen que cambiar. En Pixofarm nos centramos en ir a la raíz del problema y, por tanto, evitamos el desperdicio de alimentos optimizando la cosecha de la fruta. Prácticamente, estamos evitando el desperdicio incluso antes de que se produzca», afirma Farid Edrisian, director general de Pixofarm.