La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (CIRAD) han lanzado una importante publicación en el marco del Año Internacional de las Frutas y Verduras (2021).

Al ser ricas en vitaminas, minerales y fibra, las frutas y verduras son esenciales para una dieta sana y, como sector, contribuyen a enriquecer la biodiversidad y mejorar los medios de vida de los pequeños productores. Sin embargo, las numerosas dificultades de producción, transporte y comercio hacen que las frutas y verduras sean caras e inaccesibles para muchos, sobre todo en los países de renta baja y media. 

Las frutas y verduras son muy perecederas, lo que puede provocar pérdidas y desperdicios. Además, las prácticas agrícolas inadecuadas y las medidas de control de plagas y enfermedades en los cultivos pueden provocar riesgos para la salud por los residuos de plaguicidas, metales pesados y otros contaminantes en los alimentos.

Con el título Frutas y verduras: oportunidades y desafíos para la agricultura sostenible a pequeña escala, la publicación se centra en las dificultades a las que se enfrentan los pequeños productores de frutas y verduras y sus posibilidades de actuación. Su objetivo es orientar en la creación o el desarrollo de su actividad.

Disponible en versión impresa y en línea, el libro ofrece ejemplos de soluciones prácticas para garantizar una producción sostenible, unas cadenas de valor estables y la dinámica de los mercados. También ofrece recomendaciones para ayudar a los responsables de la toma de decisiones a crear condiciones favorables para la transformación de los sistemas alimentarios, de modo que el sector hortofrutícola pueda desarrollarse en su país o región.

Esta publicación, editada en tres idiomas (inglés, francés y español), es el resultado de tres años de trabajo coordinado por la FAO y el CIRAD. Más de 200 expertos de primera línea han contribuido a su elaboración.

«Las frutas y verduras son muy importantes para ayudarnos a avanzar en la implementación de varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)», afirmó Beth Bechdol, directora general adjunta de la FAO, en el lanzamiento en línea de la publicación. «Los productos basados en el conocimiento y las asociaciones estratégicas y transformadoras, como las que presentamos hoy, nos pondrán en el camino correcto para alcanzar los ODS, al tiempo que garantizan la mejora de la producción, la nutrición, el medio ambiente y las condiciones de vida, sin dejar a nadie atrás», añadió.

La presidenta y directora general del CIRAD, Elisabeth Claverie de Saint Martin, destacó la utilidad de la asociación entre la FAO y el CIRAD y pidió que se invierta aún más en la horticultura, «el pariente pobre de la investigación agrícola». «La horticultura es un sector esencial para pensar en una transición agroecológica que combine la noción de «Una sola salud» con los enfoques territoriales. Hay que seguir invirtiendo en este campo y reforzarlo», dijo. Elisabeth Claverie, de Saint Martin, también destacó los efectos de sinergia logrados al unir estratégicamente el poder de convocatoria de la FAO y la excelencia técnica del CIRAD en este trabajo de base científica. 

La diversidad de los cultivos de frutas y verduras y sus variedades ofrece muchas oportunidades a los pequeños agricultores para producir cultivos nutritivos de alto valor económico en todos los entornos, ya sean rurales, periurbanos o urbanos, y en superficies relativamente pequeñas. 

La liberalización del mercado y el crecimiento del comercio internacional han creado oportunidades de exportación para el sector hortícola en muchos países. Al mismo tiempo, la rápida urbanización y el crecimiento de los ingresos han aumentado la demanda de productos frescos locales y han abierto nuevas oportunidades para los pequeños agricultores y otros agentes del sector hortícola. La prioridad para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible es dar los medios a los pequeños agricultores para que produzcan más frutas y verduras de calidad al tiempo que protegen el medio ambiente, generan ingresos y crean equidad social.

Para hacer frente al carácter perecedero de las frutas y verduras, el libro ofrece ejemplos de técnicas adecuadas de producción y gestión tras la cosecha para obtener una calidad óptima. Estas innovaciones contribuyen a reducir las pérdidas de alimentos y ofrecen la posibilidad de crear nuevas empresas no agrícolas y empleos dignos en servicios de asesoramiento, asistencia técnica y comercialización.

Fuente: Freshplaza